América pintoresca; descripcion de viajes al nuevo continente por los mas modernos exploradores . año: elagua tenia una frescura deliciosa: el dia 27 de marzo, á las siete de la mañana, marcaba eltermómetro veintitrés grados, y la temperatura del agua no se diferenciaba mucho de ladel ambiente. La gran ipomea blanca de Colombia suspendía de los árboles sus largos festones, é impregnaba el aire de suaves efluvios, y en muchas ramas se retorcían algunos talloscarnosos de vainilla (Vainillaplanifolia). Hacia el Norte el bosque presentaba una brechapor la cual pasaba el camino, parecida á la aveni

América pintoresca; descripcion de viajes al nuevo continente por los mas modernos exploradores . año: elagua tenia una frescura deliciosa: el dia 27 de marzo, á las siete de la mañana, marcaba eltermómetro veintitrés grados, y la temperatura del agua no se diferenciaba mucho de ladel ambiente. La gran ipomea blanca de Colombia suspendía de los árboles sus largos festones, é impregnaba el aire de suaves efluvios, y en muchas ramas se retorcían algunos talloscarnosos de vainilla (Vainillaplanifolia). Hacia el Norte el bosque presentaba una brechapor la cual pasaba el camino, parecida á la aveni Stock Photo
Preview

Image details

Contributor:

The Reading Room / Alamy Stock Photo

Image ID:

2AMYR0G

File size:

7.1 MB (145.7 KB Compressed download)

Releases:

Model - no | Property - noDo I need a release?

Dimensions:

1862 x 1342 px | 31.5 x 22.7 cm | 12.4 x 8.9 inches | 150dpi

More information:

This image is a public domain image, which means either that copyright has expired in the image or the copyright holder has waived their copyright. Alamy charges you a fee for access to the high resolution copy of the image.

This image could have imperfections as it’s either historical or reportage.

América pintoresca; descripcion de viajes al nuevo continente por los mas modernos exploradores . año: elagua tenia una frescura deliciosa: el dia 27 de marzo, á las siete de la mañana, marcaba eltermómetro veintitrés grados, y la temperatura del agua no se diferenciaba mucho de ladel ambiente. La gran ipomea blanca de Colombia suspendía de los árboles sus largos festones, é impregnaba el aire de suaves efluvios, y en muchas ramas se retorcían algunos talloscarnosos de vainilla (Vainillaplanifolia). Hacia el Norte el bosque presentaba una brechapor la cual pasaba el camino, parecida á la avenida de un parque, sombreada por árboles cen-tenarios y admirablemente iluminada por el sol naciente, y en frente se veia tendido el arcode un puente hecho de bambúes, construcción sin igual por su carácter pintoresco y seductor.En suma, contemplábamos un paisaje de esos que quedan grabados en la memoria, habiendodejado en mi ánimo las huellas de una de las impresiones más gratas de mi viaje. Pero apenas hubimos abandonado el hogar de Manuel Triana reapareció el árido paisaje. El tapa-camino (Hydropsalis stgmenlaía) 10 El tapa-camino se llama cientifícamente Hydropsalis segmmtala. VIAJE Á LA AMÉRICA EQUINOCCIAL 693 de la víspera, con la particularidad de presentarse alternados los matorrales secos con las ver-des praderas, por las cuales cruzaba el ganado en libertad completa, notándose ya la presen-cia de una comarca en que la industria humana comenzaba á ayudar eficazmente al trabajo dela naturaleza. Otros cambios se observaban además en la configuración del suelo, principal-mente en las alturas, pues las vertientes todas de la cordillera central mostraban un color másverde y sus bosques eran más regulares de lo que sucede en la Cordillera occidental, cuyasgrandes extensiones enteramente peladas y el terreno en general crudamente colorido, impri-mían alguna variedad á los últimos términos del panorama.