La Mujer . Quebrada seca Profesan también el culto de los muer-tos; el día de difuntos concurren al cemen-terio aquéllos que han perdido un deudo, ALBUM-REVISTA «LA MUJER^> rodean la tumba de éste, la cubren conuna manta llenándola de ofrendas, las queconsisten en papas, huevos, masas, coca y. Tres ranchos chicha; el más viejo de los asistentes di-rije el rezo entre continuas libaciones, delas que hacen participar al difunto re-gando la tierra que lo cubre.Tratan luego de saber cuál de las ora- NO PUEDO Le revelé turbado el amor mío y me oyó sonriendo;y en su mirada no encontré siquiera ni
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La Mujer . Quebrada seca Profesan también el culto de los muer-tos; el día de difuntos concurren al cemen-terio aquéllos que han perdido un deudo, ALBUM-REVISTA «LA MUJER^> rodean la tumba de éste, la cubren conuna manta llenándola de ofrendas, las queconsisten en papas, huevos, masas, coca y. Tres ranchos chicha; el más viejo de los asistentes di-rije el rezo entre continuas libaciones, delas que hacen participar al difunto re-gando la tierra que lo cubre.Tratan luego de saber cuál de las ora- NO PUEDO Le revelé turbado el amor mío y me oyó sonriendo;y en su mirada no encontré siquiera ni un enternecimiento.La indiferencia se mostró en su rostro, en su rostro más belloque todas las imágenes que pueblan los primeros ensueños.Le pedí una palabra cariñosa de esperanza y consueloy fría, como el mármol de una tumba, me respondió:—TVo puedo!Esa frase... esa frase como un rayo cayó dentro mi pecho;y con el ahna triste, á mi esperanza la contemplé muriendo!Mandé á mi corazón que la olvidara como si fuese un sueño, y el corazón, con desgarrado grito, dijo, también:—7V¡9 puedo.Desde entonce ese amor aquí en el alma purísimo le llevooculto, hasta que el ángel de la muerte lo borre con su aliento. *** DOS JUSTICIAS De la ley rendido al vugoá morir va co